Discurso de la Coalición para la Conservación de la Cordillera de la Costa (CCCC)
Francisco Solís Germani, coordinador CCCC.
Valdivia, 11 de enero de 2003.

Distinguidas autoridades presentes, señores directores de la CCCC, comunidad Valdiviana y Osornina, estimados amigos:

La Cordillera de la Costa nos ha convocado como una Coalición cuyo fin es promover el valor del patrimonio natural y cultural del área. Contamos hoy con más de 15 organizaciones a su alero, una red de asesores científicos y una comprometida presencia ciudadana.

Cordillera de la Costa, territorio del alerce, segunda especie viviente más longeva del planeta. Territorio de las últimas costas sin contaminación en el país. Fuente de las aguas más puras en la región. Butahuillimapu, patrimonio cultural, del que forman parte las comunidades huilliches costeras de la provincia de Osorno y lafquenches de la provincia de Valdivia.

Lo cierto es que la Cordillera de la Costa históricamente no ha recibido la atención que merece. Llama la atención esta gran contradicción que vive la Cordillera de la Costa, por un lado, es un área de patrimonio natural y cultural único reconocido ampliamente por la comunidad científica a nivel mundial y por otra parte encontramos que esta área ha sido tratada como tierra de nadie o patio trasero para la explotación desordenada e insustentable de los recursos naturales.

Al norte de la X Región esta joya de diversidad, ha prácticamente desaparecido, incluyendo los bosques de Olivillo Costero que originariamente existían en las costas nacionales desde la zona central hasta el sur. Es así que hemos visto que la sustitución del bosque nativo, los incendios, la explotación del alerce y el floreo o degradación de los bosques, y hasta la falta de planificación de infraestructura básica son problemas que la afectan más intensamente que en otras áreas de la región.

El proyecto de Carretera Costera, tal cual como originalmente se venía ejecutando, constituía un enorme acelerador de estas fuerzas negativas en un área que no cuenta con la básica planificación territorial, en que menos del 1 por ciento del ecosistema goza de estatus de protección y en la cual muchas comunidades huilliches aún se encuentran sin regularización de sus tierras.

Nuestro territorio sin una visión de desarrollo a partir de lo propio esta condenado a la homogenización del paisaje o al fracaso... ¿quien desearía un Puerto y Bahía de Corral convertido en una réplica de Talcahuano y nuestros bosques valdivianos transformados en las monótonas plantaciones de pinos y eucaliptos?

En Chile por cierto no tenemos ni torres Eiffel ni murallas chinas, sin embargo una parte de nuestro patrimonio nacional, sin duda más antigua y signo más visible de nuestra historia, esta constituida por nuestro patrimonio natural regional único en el mundo: El bosque costero templado, Siempreverde o Selva Valdiviana.

¿Cuántos países pueden invitar a conocer bosques irrepetibles que llegan hasta el mar? Nos sentimos gratificados al contar con el respaldo a nuestro trabajo que significa la presencia de tan altas autoridades en esta sala. Esto habla bien de la seriedad de nuestras propuestas. Tal es así que cuando hablamos de la importancia de nuestros bosques nativos no lo hacemos por fundamentalismo ni sólo desde el convencimiento de nuestros corazones.

Allí han estado los mas destacados expertos y científicos nacionales e internacionales respaldando nuestros dichos. Cuando sostuvimos que el actual proyecto de carretera costera no era razonable, ni eficiente, ni técnicamente viable para esta Región, avalamos nuestros dichos con estudios de costo beneficio y de ingeniería, que entre otras cosas, demostraron que el actual trazado tenía una rentabilidad social negativa de menos 1,2 %, niveles de riesgo ambiental muy altos y que el 90% del trazado en construcción beneficiaba a una sola empresa dedicada a la sustitución de bosques nativos por eucaliptos.

Cuando dijimos que era imprescindible la participación ciudadana y consulta a los afectados en forma previa a un proyecto de esta envergadura, realizamos una encuesta en las comunidades huilliches costeras de la Provincia de Osorno que arrojó que 9 de 10 comunidades se oponían al proyecto, prefiriendo mejoras de caminos existentes para satisfacer sus necesidades de transporte.

Cuando dijimos que habían otras alternativas y formas mas rentables y socialmente mas beneficiosas de hacer las cosas, propusimos un trazado que de ser adoptado significaría un ahorro de al menos 66.000 millones de pesos en su construcción y 10.000 millones de pesos anuales de ahorro para los usuarios una vez construida.

Estamos satisfechos, demostramos que los análisis y propuestas generados desde la sociedad civil no sólo favorecen la conservación de los bosques y borde costero amenazados, sino que también significan un ahorro y beneficio notable para el país, construyendo más kilómetros por menos dinero, conectando comunidades existentes en vez de favorecer a unos pocos propietarios y salvaguardando un capital natural único.

Con este acuerdo tenemos la oportunidad seguir trabajando más proactivamente para demostrar que este patrimonio natural y cultural único puede ser la base de nuestra identidad local y desarrollo. El proceso que estamos presenciando da cuenta de la sensatez de nuestros gobernantes y de su capacidad para ir asimilando la información científica y técnica generada, aplicándola a la gestión descentralizada y armónica del territorio.

Como también es un ejemplo de lograr reunir a las distintas reparticiones y niveles del Estado para llegar a acuerdos de trabajo entre ellas y con la sociedad civil. Especialmente destacable es el hecho de que el Ministerio de Obras Publicas accede a realizar los estudios necesarios, trabajar conjuntamente con la sociedad civil y hacer importantes cambios de estándar y trazado en el proyecto carretera costera, lo cual nos parece un signo muy valioso e histórico.

También parece igualmente destacable el involucramiento del señor Intendente para gestionar activamente la creación de areas protegidas costeras. En el mismo sentido apreciamos la voluntad del Ministerio de Bienes Nacionales en destinar los escasos predios fiscales no reclamados por comunidades a la Conservación, a CONAF por su colaboración técnica en este tarea. Y a CONAMA por liderar este visionario proceso que resguarda y valoriza nuestro capital natural.

No queremos que este inédito acuerdo de voluntades quede en letra muerta, este es el punto de partida al desafío que implica un cronograma concreto de actividades para dar cumplimiento al presente protocolo. Consideramos esto como una fortaleza, de la cual esperamos sacar resultados que contribuyan efectivamente al progreso de esta Región y sus habitantes.

Este acuerdo pone a nuestra Coalición como a los distintos servicios presentes en una situación de compromiso ante la comunidad, obligándonos a mostrar resultados concretos en los plazos contenidos en el Protocolo, nuevas áreas protegidas costeras, un verdadera ruta escénica de mínimo impacto y conexiones viales eficientes, y las sólidas bases para el despegue del ecoturismo en la zona costera de la Décima Región.

Logrando lo anterior, podremos atraer año a año más y más turistas. Afortunadamente el presente acuerdo se hace a un tiempo en que la X región todavía contamos con un patrimonio natural y cultural que constituye su principal activo, incluido dentro de las 25 áreas de mayor prioridad para la conservación a nivel mundial.

Chile debiera ser también pionero en aprender de naciones a las cuales siglos de experiencia y errores les ha enseñado que "las sociedades no sólo son recordadas por aquello que construyen sino por aquello que se resistieron a destruir".

Gracias.